Nos tiene a todos revolucionados. Y es que llegan los Reyes y tiene 40 niños. Sí, sí, 40 niños, habéis oído bien. Bien es verdad que ella no los ha parido pero acoge a esas futuras mamás que viven circunstancias de abandono, de inmigración, de pocos recursos, y que a pesar de sus pesares quieren tener a sus bebés.
Son para verlos: vivarachos y alegres porque se sienten queridos, bien alimentados, viviendo en una casa dónde el espacio y la luz están pensados para que crezcan sanos y seguros, dónde el amor y la entrega de la madre Josefa, y no digamos su experiencia de madre curtida en mil y una necesidades, hace de las carencias virtud.
Virtud, porque nos moviliza con su simpatía y resolución; virtud, porque nos hace sentir mejores al poder ayudar a unos niños inocentes y a sus madres valientes; virtud, porque confía en la Providencia de una manera, que nosotros, los privilegiados de esta época ya quisiéramos. Y como privilegiados, Dios nos pide que ayudemos a sus más pequeños, que seamos El con sus hijos más débiles, que no miremos a otro portal, al portal del despilfarro, del exceso de compras de alimentos que luego acaban en la basura o en nuestros michelines. Que no, que El está en este portal, donde los niños inocentes de toda culpa y necesitados de nuestro amor.
Seamos reinas por un día, pero reinas magas para llevar al portal uno, sólo uno de los juguetes que vayamos a comprar. Reinas para que esas madres se puedan sentir princesas con un detalle bonito. Aquí no hay príncipe azul que les agradezca haber traído al mundo a un nuevo niño y los Reyes Magos……………, bueno, ya sabemos que ellos se olvidan de las madres como no sea que una esté encima.
Y como estamos en crisis, y todas tenemos una suegra que nos regaló un bolso monisimo por nuestro santo pero que no usamos porque ya tenemos uno parecidísimo de marca, y la cuñada, que siempre nos regala una prenda de ropa que nos queda grande, con ese empeño que tiene en vernos más gorda y ahí la tenemos nueva pero colgada, ocupando sitio en el ropero y gastando polil. Pues esos regalos son perfectos para estas madres valientes y hermosas.
Ah, y que sean regalos nuevos, reinas moras
Mua
Candela O’farrell
(voluntaria de DaV Madrid Noroeste)
Residencia Mater Admirabilis – Esclavas de la Virgen Dolorosa |
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04/12/2009 a las 11:32 |
Un abrazo muy fuerte y mi admiración por la hermana Josefa.
El amor cristiano no son palabras SINO OBRAS.Ella es testigo de ese AMOR en su labor siempre alegre y llena de humildad.Todo lo hace El, sólo somos instrumentos,siempre lo hablo asi con ella.
Las palabras vuelan, el ejemplo arrastra.
Oramos por muchas llamadas cómo la suya, a salvar vidas.